Irene Villa está esperando un hijo y, aunque para los niños
sus padres son lo más parecido a un superhéroe que conocen, el hijo de esta
valiente y optimista madrileña, tiene razones de peso para decir que su madre
es toda una heroína.
El nombre de Irene Villa comenzó a recibir una dolorosa fama
el día 17 de Octubre de 1991 cuando ella solo tenía doce años. Sufrió un ataque
de ETA mientras se dirigía al colegio
con su madre, la funcionaria de la Dirección General de Policía, María Jesús
González. Una bomba adosada al coche en el que viajaba estalló, llevándose las
piernas y tres dedos de la mano de la joven, y una pierna y un brazo de la
madre. A pesar del duro golpe golpe que este atentado supuso en la vida de
Irene y su familia, estos no se rindieron y continuaron luchando.
Aquella bomba no pudo retener los sueños de esa inocente
niña y mucho menos acabar con sus ganas de comerse el mundo. Años más tarde,
Irene comenzó estudios de Psicología, Humanidades y Comunicación Audiovisual.
También es columnista de prensa y colabora en distintas emisoras de radio. En
2004 escribió un libro titulado “Saber que se puede” en el que plasma su
experiencia y sus reflexiones. Participa en diversos congresos formados por el
grupo “Lo que de verdad importa” en los que también participan otros personajes
públicos como Rafael Nadal. Solo nos queda rendirnos ante la evidencia de saber
que Irene es toda una luchadora, su filosofía de vida se entiende leyendo esta
frase que es la encargada de hacernos ver su personalidad y ayudarnos a
comprender por qué ha llegado tan lejos: “Mira al frente, ten valor y jamás te
rindas”
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